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Las espeluznantes aventuras de Sabrina: una nueva línea oscura

  • Foto del escritor: Aztlán
    Aztlán
  • 4 dic 2018
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 4 dic 2018



Foto: Indiewire

Cuando se dio la noticia del nuevo estreno en la plataforma de streaming, Netflix: Las espeluznantes aventuras de Sabrina, gran parte del público esperaba un reboot, inclusive un remake de esta serie, pero algo que no todos estaban considerando es que esta producción está basada en un cómic diferente al de la antigua “Sabrina, la bruja adolescente” de los noventas, que al igual que la actual, se realizó en base a un cómic.

A comparación de la nueva propuesta, la primera fue grabada en el año de 1996 y su creador fue Nell Scovell. En esta se veían planos más coloridos y frescos, con personajes más alegres y sobre todo, lo que más diferencia una de la otra, es que en esta no hay gran acercamiento al “Señor oscuro”, por el contrario, hay un aire cómico.


Desde los trailers se podían notar diferencias enormes que, tanto el productor Greg Berlanti y el director Lee Toland Krieger se propusieron a realizar y adaptar del cómic homónimo de Aguirre-Sacasa; desde la fotografía, los escenarios y por supuesto, gran parte de la historia. Por supuesto no hay que olvidar que hay varias imagenes fuertes; considero que incluso pueden caer en lo gore, por lo gráfico de las tomas y más por lo inesperadas que resultan.

Cuando comencé a ver la serie hubo un punto en el que simplemente quería saber más y más. Para alguien a quien le gustan las tramas de suspenso y terror, esta creación es una agradable forma de pasar una tarde. Desde que empieza la serie se dan a conocer las identidades de los personajes; inclusive del lugar, un panorama ideal para ser un pueblo de brujas. La protagonista, Sabrina Spellman, interpretada por Kiernan Shipka vive en una constante dualidad e incertidumbre pues, al ser mitad mortal y mitad bruja, tiene que decidir con cuál de sus dos vidas debe permanecer. Alrededor de la primera temporada uno está a la expectativa de cuáles van a ser las decisiones que el personaje principal va a tomar y claro, cuáles van a ser las consecuencias de sus actos.


En muchas ocasiones, el personaje de Sabrina llega a ser muy impulsivo e incluso egoísta, sin embargo, tiene una personalidad fuerte y tiene sus convicciones fijas y precisas.


Considero que el personaje que más sobresale en la trama es el de “Lady Satan” o Mary Wardell, interpretada por Michelle Gómez; simplemente llega un punto en el que la amas o la odias, es un personaje sumamente seguro de sí mismo, fuerte y sobre todo conspirativo y perverso que lo vuelve muy llamativo; considero que, gracias a este, gran parte de la trama mantiene un ritmo y abre camino a diferentes situaciones, lo que conlleva a Sabrina a tener que decidir más allá de sus propios intereses. Es el pivote causante de problemas, pero sin dejar de dar consejos, se vuelve la guía principal de la protagonista y parte esencial de su vida, obviamente sin imaginar las segundas intenciones de su maestra.


Una de las razones por la cuál esta serie causó polémica, es que, en comparación con la versión de los noventas e incluso los cómics, fue el que Salem, el gato compañía de Sabrina, no hablara, y aunque no fue realmente con esta intención, para mí fue atinado, ya que si este hubiera hablado hubiera causado cierto desbalance con los personajes, pues cabe recordar que era este quien hacía la mayor cantidad de chistes en la versión noventera, algo que para mí, no tenía sentido con el nuevo lanzamiento.


Existe la posibilidad de que para el 2019 llegue la segunda temporada y espero consiga mantenga ese aire de suspenso, ese espíritu familiar que se ve entre los Spellman, que se respete la batuta y nivel que la serie ya se impuso y siga mostrando las complicaciones de la toma de decisiones; ese espectro gótico en cada encuadre, pero sobre todo que haya más desenvolvimiento de personajes y se aclaren dudas y misterios que durante la serie salen a relucir.


Por Montse López

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