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Los monstruos del cine y el mundo real

  • Foto del escritor: Aztlán
    Aztlán
  • 4 dic 2018
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 6 dic 2018



Foto: Pixabay

En el mundo del cine existen diversos géneros de películas, entre ellos están el terror y el suspenso. Para muchos aún es complicado encontrar las diferencias, pero se ha llegado a una especie de conclusión en donde las películas de terror están más enfocadas en generar pánico, miedo e inquietud, y las de suspenso buscan mantener un alto nivel de tensión durante el filme.


Últimamente el género de terror se ha envuelto en tramas burdas, con una gran producción, efectos especiales y maquillajes cada vez más elaborados, pero con resoluciones sin sentido, llenas de clichés y screamers que sólo las vuelven predecibles.

En algunas películas, el mal no está representado por demonios, espectros o seres ficticios productos de la imaginación, los monstruos van más allá de una pantalla ya que nos muestran una parte de la realidad cotidiana; son personas que podrían estar caminando entre nosotros y ni siquiera sería notorio.


Personas que podrían parecer comunes pero en algún punto de la trama dan un giro total a su personalidad. Son monstruos de la vida real, que uno podría toparse en cualquier momento y en el peor de los escenarios posibles. Entre secuestradores, asesinos, psicópatas y esquizofrénicos dejan entrever la perversidad de sus mentes y planes para perturbar la tranquilidad de los protagonistas.


Existen varios ejemplos mexicanos como Bajo la sal o Terror y encajes negros, que lo que tienen en común son los perfiles de sus antagonistas, que son el causante de la tensión en la historia.

Foto: Misael Valero

Estas películas ofrecen una visión más oscura de lo cotidiano y provocan tener un criterio más analítico respecto a la trama. Permiten empatizar mejor con los protagonistas y te generan un estado de inmersión en el que tú mismo eres capaz de sentir lo que los personajes.



Por Montse López

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